Posible modos de jugar un personaje

 
Estos son algunos tipos ideales de personaje con el que poder inspirarse:
 

Arquetipos angélicos

El simpático: No hará daño a una mosca y se especializa en poderes defensivos. Frase típica: Si te golpean en una mejilla pon la otra. 
 
El Justiciero: Lucha lealmente contra las Fuerzas del Mal y considera la lucha como un juego de reglas precisas. No soporta la traición pero puede llegar a sentir cierta amistad y respeto hacia los "tipos del otro lado" con las mismas ideas que él (estilo aviadores de la primera guerra mundial). Frase típica: ¡Criatura del Mal, ven a luchar y a morir como un guerrero!. 
 
El integrista: Lucha contra las Fuerzas del Mal con todos los medios a su alcance, sean honestos o no, y no tiene ninguna piedad hacia los seres maléficos. No les preocupan mucho los otros ángeles y mucho menos la seguridad de los humanos. Frase típica: ¡Matémoslos a todos, Dios ya reconocerá a los suyos!
 

Arquetipos demoníacos

El Mafioso: Tiene una cobertira impecable y casi nunca da la cara. Es muy sociable y le gusta relacionarse con todo el mundo, incluso con las Fuerzas del Bien, si se siente seguro. Es increiblemente peligroso ya que sus planes pocas veces se limitan a la simple vida de un ser humano.
 
El Monstruo: Dotado de espectaculares poderes le encanta combatir con todo lo que tenga alguna semejanza con un Ángel. Trata a los humanos con crueldad y desconfianza.  Vive por el para el Mal...mientras dure. 
 
El Héroe: Es polivalente, no responde a una descripción fija y no desmerecería en un cómic de super héroes (como super villano claro). Su apariencia, muchas veces sencilla o incluso ridícula, oculta su verdadero poder: pertenece a las Fuerzas del Mal.
 
El Don Nadie: Más discreto aún que el Héroe, oculta en lo que puede sus poderes, que solamente usa en caso de auténtico apuro. Desconfiado hasta la paranoia, este tipo de demonios suelen ser los favoritos de Andromalios, el príncipe de la Justicia.